viernes, 2 de octubre de 2009

Valencia, 3; Genoa, 2

Estoy en Sitges, en el Festival de Cine Fantástico, lo que significa que no he visto el partido. O que sí, porque he visto una película de terror y, como ya he dicho alguna vez, los partidos del Valencia son como películas de terror. A veces acaban bien y otras, no tanto.
En lugar de ver el Valencia-Genoa, he disfrutado de "Rec2", la última película de Jaume Balagueró y Paco Plaza, secuela del extraordinario filme que la pareja de directores más brillante del cine terrorífico español pergeñó hace sólo un par de años. "Rec2" es una espléndida película, algo poco habitual por aquello de que segundas partes nunca fueron buenas, que, pese a incidir en el mismo esquema que su predecesora -cámara en mano, filmación "sucia" y terror en cada esquina-, te mantiene atado a la butaca durante todo su metraje.
Pero lo más curioso, lo que relaciona el partido de esta Europa League que tanto publicita Telecinco y tan poco interés despierta en el resto de medios, es que "Rec2" es una película valencianista. Sí, no me lo estoy inventando para justificar un post injustificable en el que no pensaba hablar de un partido que nunca vi. Paco Plaza, seguidor, socio y accionista del Valencia (su hermano Carlos, al que he visto antes de entrar en la proyección, me ha contado que toda su familia ha acudido a la ampliación de capital y, por lo tanto, forma parte del accionariado del club aunque mande la Fundación), ha introducido en la película que codirige un montón de alusiones a su fe valencianista. Un hecho que le honra. Yo, que he escrito guiones de películas porno, jamás se me ocurriría ponerle a mis personajes nombres de jugadores del Valencia, porque quedaría muy feo que alguien, en plena excitación, descubriera que la mujer que le excita en la pantalla se llama Maduro, Albiol o Jon García. No quedaría bien.
Pero "Rec2" aparece plagada de personajes secundarios que tienen nombre de viejas (y no tan viejas) glorias del valencianismo. En la primera secuencia, un policía argentino reconoce que es valencianista desde que "El Matador", Mario Kempes, jugó en nuestro equipo y llega a discutir con un seguidor culé sobre cuál es el mejor equipo. Naturalmente, el que recuerda a Romario o Laudrup muere enseguida y, aunque el valencianista de la Pampa también acaba palmando, lo hace con dignidad. Poco después, en una cinta se escucha que un tal Carboni hizo unas llamadas diabólicas, lo que me recordó aquellos tiempos en los que el italiano con pistola gobernaba con mano firme el club desde la secretaría técnica y hacía llamadas diabólicas. Por último (lo mejor), Plaza asigna al cura exorcista que intenta librar al edificio maldito del diabólico virus el nombre de Padre Albelda, todo un guiño al legendario capitán. Cuando los policías que investigan el piso descubren un cadáver momificado que habita en uno de los altilllos de las habitaciones, alguien confirma que esa mojama es el Padre Albelda. Una momia. Una excelente metáfora de lo que fue y ya no es el que ejerció como pulmón del medio campo valencianista del doblete.

Al llegar al hotel he sabido que el Valencia había ganado por 3 a 2 al Genoa, que la vida sigue igual, que jugó un rato un centrocampista con nombre de momia en la película de terror que acabo de ver, que Villa nos ha salvado de una nueva catástrofe y que el juego del Valencia sigue dando argumentos a Paco Plaza para hacer películas de terror.

2 comentarios:

  1. Bonico si a un protagonista de una peli porno le pones de nombre Jon García fijo que tiene un gatillazo

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  2. El antialbeldismo debe ponerse palote cuando vea la peli...

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