lunes, 3 de enero de 2011

Un colocón global

Llevo toda la semana preguntándome por qué la AFE y la LFP se han enzarzado en un extraño conflicto de aspecto sindical sobre la legalidad de disputar partidos el 2 de enero. No sé muy bien cuál de las dos partes tiene razón, por lo que me he sentido como un magistrado de la Audiencia Nacional, es decir, me he inhibido de dar mi opinión hasta que los hechos se han consumado. Pero anoche me di cuenta de que el sindicato de futbolistas, una asociación tan absurda como si existiera un sindicato de patrones de yate, sabían lo que se traían entre manos cuando no querían jugar el segundo día del año.
El resto de la crónica del Valencia-Espanyol en L'informatiu.

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