domingo, 31 de enero de 2010

Sevilla, 2; Valencia, 1

Estoy abonado al Canal + desde hace más de 20 años. Me di de alta cuando empezaron a emitir, una fecha que coincide con mi emancipación del hogar familiar. Siempre he admirado la elegancia de sus retransmisiones, con la pareja Carlos Martínez-Michael Robinson como ejemplo de cómo se puede comentar un partido bajo la máxima horaciana de enseñar deleitando. Pero los últimos vientos huracanados deben de haber movido mi antena parabólica y, desde hace unos días, no veo bien el Plus: las emisiones se pixelan en cuanto sopla un poco de aire y es muy difícil seguir un partido de fútbol e imposible si es el caso de una película o serie. He intentado solucionarlo vía telefónica, por si el problema estuviera en origen, pero me he hinchado de gastar dinero en el puto 902 que ellos denominan "atención al cliente" y sólo he recibido cortes de llamada y, como guinda, un mensaje de contestador en el que me dicen que su horario de atención es de lunes a viernes. Y era sábado cuando yo llamaba. Ante tal indefensión, he decidido borrarme del Plus, una decisión que apoyo en que la mayoría de las películas interesantes que emiten ya las he visto cuando se estrenaron.
Así que el Sevilla-Valencia sonaba a despedida. Dos decenios más tarde, iba a dejar de ver el partido del Plus de manera definitiva. Ahora me doy cuenta de que es posible que haya sobrevalorado el partido. Total, estamos sólo en la vigésima jornada y jugaban el tercero contra el sexto, que tampoco era un Barça-Madrid en la última fecha de la temporada. Pero a mí, llamadme sentimental, tenía un significado más melancólico: salvo gorroneo en casa de amigos, nunca más volvería a escuchar a Martínez y a Robinson hablando del "made in Valencia". Y por eso no he pensado en que, para otros, la trascendencia del partido podría ser mucho más relativa.
Al minuto de comenzar a vivir mis últimos 90 del partido del Plus en casa, me he dado cuenta de que había alguien para el que este no tenía, ni mucho menos, la importancia que tenía para mí. Para mi desgracia en particular y la del valencianismo en general, ese tipo no era el dueño del bar de la esquina de mi casa, que igual no se había preocupado de arreglar sus desajustes en la antena, provocados por el mismo huracán que debe de haber desajustado la mía. Era Unai Emery. Ha pensado que perder en el Pizjuán no era un mal resultado si caíamos por un sólo gol de diferencia y eso ha hecho que el Sevilla, uno de los peores que he visto en su casa en los últimos tiempos, dijese que vale, que si había que ganar el partido, se ganaba, pero ganar por ganar...
Y, claro, ha bastado un córner y una arrebato de Albelda en querer hacer el Marchena para que el Sevilla hiciera que incluso la derrota fuera mala para Unai. Entonces, el tipo que ha despreciado mi sentimental homenaje al Plus ha decidido que igual con un poco de lógica el partido podría ser nuestro. Era un poco tarde y las rachas de viento, que me habían permitido seguir la retransmisión hasta entonces sin pixelados ni imágenes distorsionadas, arreciaron hasta azotar mi antena parabólica. El resultado es que esos diez minutos en los que el Valencia, sin hacer nada del otro mundo, ha acorrolado al Sevilla y ha sacado al Palop de tragedia griega de su armario los he visto como si ya no tuviera el Plus, como si estuviera viendo el encuentro en mi pantalla del ordenador a través de el canal marroquí de Buyo. Con paradas de imagen, pixelados y tramos en negro.
En fin, mi futuro se parece cada vez más al del Valencia. A partir de ahora, a las nueve de la noche, cuando el Valencia juegue fuera, estoy condenado a ver fragmentos inconexos de un equipo. Igual hasta desconecto. La verdad es que el panorama que nos espera en la segunda vuelta en campos como el Bernabeu, el Camp Nou es francamente desolador. Para hacer lo que hemos hecho hoy, no hace falta que vayamos.

3 comentarios:

  1. 20 años después volverás a ver la misma mediocridad de antes de ponerte el Plus. Si está claro que nos movemos en ciclos que se repiten... y éste encima jode y las noches de los viernes en el Plus... lo hace el sábado, el dmingo y entre semana.

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  2. Como dice Juan AL, estamos de vuelta en la mediocridad de los 80's. Melodías de ayer y de hoy...

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  3. pues nada, nada...
    ahora a ver los partidos del Plus
    en una tasca de barrio con tapas de morro recalentao, quintillos de San Miguel y lumpen castizo!!!

    anda que no te lo vas a pasar bien ni ná!!

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